Una línea de pago se vuelve tensa cuando un cliente alza la voz hacia un empleado. Pero en el momento en que notan la cámara corporal del empleado, el ambiente cambia. Aunque discreta, su presencia es un recordatorio para todos de que la situación puede ser grabada, desescalando al cliente y dando tranquilidad al empleado.
La grabación protege a la tienda de responsabilidades mientras demuestra el cumplimiento del personal con las normas de seguridad. Partes del metraje también se utilizan para capacitación, para que los empleados aprendan a responder de manera rápida y adecuada a los incidentes. Al combinar evidencia, rendición de cuentas y educación, el minorista refuerza la seguridad y la confianza de los empleados.